El asma es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. También es una de las causas más comunes de hospitalización en niños y adultos. Después de que durante varias décadas su prevalencia aumentó en países desarrollados, en la actualidad parece haberse estabilizado. Esto se ha observado principalmente en la reducción de la morbilidad y número de hospitalizaciones pro año. Esto se ha atribuido en parte al mayor acceso que existe a los glucocorticoides inhalables que se usan de forma preventiva.
Los glucocorticoides se han usado como tratamiento del asma por más de 50 años. Desde entonces, se ha acumulado una gran experiencia sobre su uso. A estos agentes se les atribuyen las propiedades de aliviar los síntomas asmáticos, mejorar la función pulmonar y reducir la hiperreactividad de la vía aérea, además de reducir la morbilidad y mortalidad relacionada con asma.
El desarrollo de los glucocorticoides ha pasado varias etapas, desde el lanzamiento de la cortisona. El avance en la compresión de los mecanismos de acción de las distintas moléculas de este tipo y de la relación estructura-actividad, ha logrado que se desarrollen glucocorticoides que son selectivos para receptores específicos. Estos agentes tienen actividades selectivas, por lo que producen sus efectos antiinflamatorios sin añadir muchos de los efectos secundarios.
Se le conoce de esta forma a la capacidad que tienen los glucocorticoides de activar o suprimir a diversos genes. Este efecto involucra varios pasos, por lo que tarda de 4 a 24 horas en ser evidente. Uno de los efectos clínicos que involucra a los mecanismos de la vía genómica es la supresión de la inflamación de vías respiratorias. Esto incluye el uso de glucocorticoides sistémicos como tratamiento de urgencia en casos de exacerbación asmática.
Estos mecanismos son todos aquellos que no intervienen en la expresión de genes. Los efectos que se obtienen por esta vía son dosis-dependiente y a diferencia de los que dependen de la vía genómica, estos aparecen de forma rápida y tienen una diración corta. Hasta ahora se han identificado diversos mecanismos de acción no genómica los cuales se describen en la tabla.
MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS GLUCOCORTICOIDES SEGÚN AUTOR | |||||
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Mannheim | Efectos directos | Efectos indirectos | |||
Haller | Efectos sobre membrana liídica | Efectos sobre membrana protéica | Efectos sobre proteínas intra citoplasmáticas | Interacciones proteína-proteína | Interacciones con transportes de gluco-corticoides |
Stahn Buttgereit | Efectos no específicos sobre membranas | Efectos específicos sobre adherencia a receptores de membrana | Efectos no genómicos mediados por la ligación a receptores citoplasmáticos. |
Existen distintas clasificaciones propuestas para estos mecanismos realizadas por diversos autores. Se basan principalmente en si los mecanismos implicados son directos o indirectos.
Otro de los efectos conocidos de los glucocorticoides es la reducción del flujo sanguíneo de las vías aéreas mediante la modulación del tono simpático sobre la vasculatura. Los glucocorticoides inhiben la recaptura de las aminas adrenérgicas, por lo que sus efectos son más pronunciados. Existen varias líneas de investigación que sustentan a este importante mecanismo de acción como tratamiento para el asma. También se ha propuesto que los glucocorticoides tienen la capacidad de aumentar el efecto de los agonistas B2.
En el presente estudio, los autores concluyeron que los glucocorticoides al tener diversas formas de ejercer sus efewctos, pueden ser empleados de distintas formas. Al avanzar en la comprensión y el entendimiento de los diferentes mecanismos se pueden desarrollar nuevos agentes con mayores beneficios y menos efectos secundarios, al ser cada vez más específicos y más selectivos. Esto también representa una oportunidad para encontrar nuevas indicaciones y medidas para el tratamiento del asma.
Alangari AA. Genomic and non-genomic actions of glucocorticoids in asthma,Ann Thorac Med. 2010;5:133-39.
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