"La práctica médica no entraña solamente tejer, entretejer y tener activas las manos, sino que debe inspirarse en el alma, estar plena de conocimiento y tener como componente preciado la observación aguda y minuciosa; todo ello, junto con los conocimientos científicos exactos, son los requisitos para que la práctica médica sea eficiente."
Moisés ben Maimón (1135-1204)

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jueves, 21 de mayo de 2009

El sexo puede ser la perdición del parásito causante de la leishmaniosis


Microbiólogos estadounidenses han descubierto que el parásito causante de la leishmaniosis, una enfermedad que puede ser mortal, no sólo se reproduce por clonación sino también sexualmente, lo que permitirá combatirlo genéticamente.

La microbióloga Natalya Akopyants y sus colegas de la Universidad de Washington en San Luis afirman que los parásitos se reproducen sexualmente en el interior del intestino del insecto que utilizan como huésped, en un estudio publicado en la revista Science.

El hallazgo puede ser un importante paso para identificar a los genes que determinan las características más letales de la Leishmania, un protozoo parásito.

Y esto a su vez permitirá el desarrollo de nuevos tratamientos, afirma en una nota de prensa el profesor de biología molecular Stephen Beverley, uno de los autores del estudio.

Algunas especies de Leishmania son mortales y matan a cientos de miles de personas cada año en los países en desarrollo.

La infección se transmite al humano y a los animales a través de la picadura de las hembras de mosquitos pertenecientes a los géneros Phlebotomus y Lutzomyia, de la familia Psychodidae, y es un auténtico problema de salud pública en Asia, África, Oriente Medio y otras partes del mundo en desarrollo.

Los síntomas son importantes: lesiones cutáneas, fiebre, una inflamación del bazo y del hígado y la desfiguración cuando la enfermedad es más grave.

En Europa, la leishmaniosis afecta sobre todo a vertebrados como el perro y rara vez al hombre.

Ahora, "la idea es cruzar a las variedades más inofensivas con las más dañinas y estudiar a los descendientes para ver cuáles retienen la capacidad de causar infecciones severas", según Beverley.

"Al identificar qué porciones del material genético del progenitor letal pasan de forma consistente a los descendientes, deberíamos poder reconocer los segmentos del genoma que controlan la capacidad del parásito de causar una infección severa", explica.

Como muchos microorganismos, la Leishmania puede reproducirse por clonación o teniendo descendientes que reciben material genético de más de un progenitor, es decir el equivalente microbiano del sexo.

Hasta ahora, los investigadores sólo han podido detectar el acto sexual en la Leishmania por su producto final: un descendiente con una inusual mezcla de genes.

Beverley intentó durante varios años sin éxito que este parásito se reprodujera en un recipiente de laboratorio.

Por ello, explica que la mecánica de la reproducción sexual aún no está clara.

Los científicos esperan ahora desarrollar una técnica que muestre a la Leishmania cuando se está reproduciendo sexualmente en el interior del insecto vector.

"Si podemos hallar un modo en que los parásitos en flagrante delito se iluminen, podríamos tener pistas" para saber lo que tenemos que hacer para que se apareen en un recipiente de cultivos, según Beverley.

Esto permitiría identificar a los genes que hacen a la Leishmania peligrosa de forma más rápida y económica que por el procedimiento actual.

CRÉDITOS: EFE / AMJC

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