"La práctica médica no entraña solamente tejer, entretejer y tener activas las manos, sino que debe inspirarse en el alma, estar plena de conocimiento y tener como componente preciado la observación aguda y minuciosa; todo ello, junto con los conocimientos científicos exactos, son los requisitos para que la práctica médica sea eficiente."
Moisés ben Maimón (1135-1204)

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jueves, 6 de agosto de 2009

Las neuronas que 'pican'


Otro misterio científico resuelto. Gracias a los trabajos de un grupo de investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos), la creencia histórica de que el picor es un subcomponente del dolor ha quedado desterrada. El estudio que así lo acredita detalla la existencia de neuronas específicas del picor en la médula espinal de los roedores.

"Este hallazgo tiene implicaciones terapéuticas importantes", ha declarado Zhou-Feng Chen, autor principal del trabajo. "Hemos comprobado que existen unas neuronas concretas y determinantes para la sensación del picor pero no para la de dolor. Esto significa que esas células contienen receptores específicos del picor o moléculas de señalización que se pueden analizar o identificar como dianas para futuros tratamiento contra el picor crónico".

La aventura comenzó en 2007 cuando el equipo dirigido por Chen descubrió un gen directamente implicado en la percepción del picor. Trabajando con ratones, vieron que aquellos a los que se les había 'quitado' dicho gen, llamado GRPR, no se rascaban ante un estímulo que les provocara comezón y llegaron a la conclusión de que su presencia era imprescindible para experimentar el picor.

Pero el hallazgo del GRPR no desacreditaba la histórica creencia de que dolor y picor eran sensaciones hermanadas. Tal vez, las neuronas encargadas de la nocicepción (de los estímulos dolorosos), también cumplieran la misión de registrar la picazón. O no.

Se rascaban un 80% menos

Para comprobarlo, inyectaron a los ratones "una sustancia tóxica que se une a GRPR", explica Chen. Al exponer a los animales a estímulos dolorosos y de picor, los roedores cuyo gen GRPR había sido anulado se rascaban un 80% menos que sus compañeros de experimento. La respuesta a los dos tipos de picor existen (el dependiente de histamina y el no dependiente) estaba muy atenuada. Sin embargo, su respuesta al dolor permanecía intacta, igual que sus habilidades motoras.

Por tanto, estas neuronas con el GRPR "representan una subpoblación celular previamente desconocida [...] con especificidad frente a la sensación de picor", señalan los autores en la páginas de la revista 'Science'. El estudio apoya la idea de la existencia de una vía celular, y no sólo molecular, específica del picor.

"Se trata de un descubrimiento impactante e inesperado porque sugiere que existe una vía neuronal específica para el picor en la médula espinal", apunta Chen.

Fuente:ElMundo

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