Un proyecto europeo, liderado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), va a desarrollar un gel microbicida con capacidad antiviral directa y antiinflamatoria capaz de evitar la transmisión sexual del VIH sin necesidad de emplear otro método barrera.
“El VIH sigue siendo un problema mundial, cada año se infectan tres millones de nuevas personas"
La molécula hydroxytyrosol, desarrollada y patentada por la empresa española de biotecnología Seprox, es el componente esencial del gel. Se pondrá a prueba en un estudio de dos años de duración, que comienza en octubre de este año, financiado con casi dos millones de euros por la Comisión Europea.
Las claves del proyecto han sido presentadas hoy en la Escuela Nacional de Sanidad de Madrid por José Alcamí, coordinador del proyecto e investigador del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII, y Eduardo Gómez-Acebo, gerente de la compañía que ha desarrollado la molécula.
“El objetivo es desarrollar un nuevo fármaco que impida la transmisión en las personas en contacto con el virus”, ha manifestado Alcamí. “El VIH sigue siendo un problema mundial, cada año se infectan tres millones de nuevas personas, por lo que esperamos que tenga un impacto muy importante en la salud global”.
De confirmarse la hipótesis de los investigadores, el nuevo fármaco podría estar comercializado en un plazo máximo de cinco años. Hasta ahora la mejor tasa de éxito en microbicidas es del 40%, un bajo porcentaje ya que dicho tratamiento necesita aplicarse cada vez que se practique una relación sexual.
La semana pasada, inmunólogos del Hospital Gregorio Marañón, en colaboración con investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares, presentaron el desarrollo de un gel que podría prevenir la infección durante las relaciones sexuales. Por el momento, en la fase 'in vitro' cuenta con una efectividad del 90%.
“Obviamente, nuestro objetivo es llegar a una eficacia total”, ha sentenciado Gómez-Acebo. “Pero aunque en los tubos de ensayo la eficacia es del 100%, eso no quiere decir que cuando pasemos a modelos animales primero y a humanos después mantenga esa tasa de éxito”.
El comienzo de un largo camino
Los primeros pasos del proyecto se dieron hace dos años cuando la empresa contactó con el ISCIII para evaluar la potencial actividad antiviral y antiinflamatoria de uno de sus compuestos en la lucha contra el VIH.
“Ahora tenemos que demostrar lo que llamamos una prueba de concepto. Es decir, si esta molécula que funciona en el tubo de ensayo tiene posibilidades en modelos animales (macacos) de transformarse en medicamentos”, ha explicado a SINC Alcamí. “Estamos en el paso intermedio, antes de la fase en humanos; después, si es eficaz y tenemos éxito, pasará a ensayos clínicos”.
La predicción de Alcamí es que va a ocurrir lo mismo que en la medicación contra el virus del sida, es decir, que un solo fármaco no consigue todo y se van a necesitar combinaciones en el mismo gel microbicida con dos o tres antirretrovirales, lo que provocará un efecto de potenciación o sinergia.
“Lo ideal sería que fuera un compuesto que se pudiera administrar automáticamente en un dispositivo vaginal o intrauterino, que durara un mes aproximadamente y que protegiera al 100%, eso sería maravilloso”, ha sugerido. “Pero estamos lejos de eso todavía”.
De confirmarse la hipótesis, el nuevo fármaco podría estar comercializado en un plazo máximo de cinco años
Las ventajas del hydroxytyrosol
Es el antioxidante natural más potente que se conoce. Aunque hasta ahora se extraía del olivo, la empresa española ha conseguido desarrollar un método de síntesis química y enzimática para producirla a un alto grado de pureza y a bajo coste.
Alcamí destaca las ventajas de este nuevo compuesto. “Se trata de una sustancia totalmente nueva y pionera tanto por su mecanismo de acción como por su estructura química molecular ya que combina dos mecanismos diferentes frente al VIH: la actividad antiviral directa y la antiinflamatoria, que reduce la capacidad del virus para infectar los linfocitos en las mucosas”.
En la investigación, además del grupo del ISCIII, participarán una veintena de investigadores del Centro de Investigación en Energía Atómica de Paris (Francia) y del Hospital San Raffalle de Milán (Italia).
La mujer, un elemento clave
El desarrollo de los microbicidas, especialmente en forma de cremas de aplicación vaginal, representa un área de investigación muy activa en el campo del sida. Estos compuestos son especialmente útiles en los países del África subsahariana o de Asia, pero también en determinados colectivos en los que el preservativo no se utiliza de forma rigurosa.
“En poblaciones del sur de África, donde el sida es una epidemia que afecta a más del 20% de la población adulta, la mujer estaría perfectamente protegida con un único sistema de profilaxis que fuera “culturalmente” aceptado. En muchas situaciones, microbicidas como el que vamos a investigar representa el único medio del que dispone la mujer para evitar el contagio”, ha añadido Alcamí.
Este proyecto se enmarca también en el contexto actual de aumento de la enfermedad en los países desarrollados. Se estima que solo en España se producen entre 3.500 y 5000 nuevos casos cada año a pesar de las medidas de prevención. “Lo ideal sería ofrecer esta posibilidad, además del preservativo, a esta población de riesgo”, ha concluido el investigador.
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