Científicos estadounidenses anunciaron el viernes el inicio de un ensayo clínico en humanos de una vacuna implantable para tratar el melanoma, la forma más letal de cáncer de piel, como parte de un creciente esfuerzo para entrenar al sistema inmunitario a luchar contra los tumores.
El tratamiento, que funcionó en ratones de laboratorio en 2009, supone colocar una esponja del tamaño de una uña debajo de la piel, para reprogramar las células inmunitarias del paciente y detectar las células de melanoma cancerosas y acabar con ellas.
"Es raro que una nueva tecnología se pruebe en el laboratorio y pase a ensayos clínicos con humanos tan pronto", afirmó Glenn Dranoff, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, quien integra el equipo de investigación del Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering de la Universidad de Harvard.
La fase I de los ensayos trata de probar la seguridad del implante en un pequeño número de pacientes humanos. Tras eso, el dispositivo podría pasar a fase II para demostrar su efectividad y de ahí a la fase clínica III, antes de llegar al mercado.
Este ensayo clínico de fase I, que se espera concluir en 2015, tiene como objetivo evaluar la seguridad de esta vacuna.
Los implantes están hechos con material de polímero biodegradables con alta permeabilidad y contienen antígenos específicos para el tipo de tumor que pretenden liquidar.
El dispositivo suelta una proteína que atrae a las células inmunitarias y las envía armadas a la búsqueda y la eliminación de las células cancerosas.
Los investigadores afirman que funciona de forma distinta a las vacunas convencionales de cáncer -que conllevan la eliminación de las células inmunitarias del paciente, reprogramándolas para atacar a los agentes malignos y reinsertándolas- porque trabaja desde el interior del cuerpo.
Por el momento, ya existe un fármaco en el mercado que utiliza el sistema inmunitario contra el melanoma. Se llama Yervoy, es fabricado por la farmacéutica Bristol Myers Squibb, y fue aprobado por los reguladores estadounidenses en 2011.
Los gigantes farmacéuticos Merck y Roche también cuentan con medicamentos que usan el sistema inmunitario para luchar contra el cáncer en ensayos clínicos.
La empresa británica GlaxoSmithKline sufrió un revés esta semana cuando su ensayo de fase III de la vacuna experimental MAGE-A3 no logró ampliar la supervivencia en los pacientes de melanoma que recibieron el fármaco después de que sus tumores fueran eliminados quirúrgicamente.
Fuente: INFORMADOR
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