Parece que ámbas interactúan sumándose y compartiendo cambios anatomopatológicos.
En la enfermedad de Alzhéimer ocurre inflamación del parénquima y daño vascular por la acumulación de beta amiloide, esto perpetua el ciclo de agregación proteínas y oxidación en el cerebro.
La Enfermedad Vascular Cerebral afecta a entre 60 y 90% de los pacientes con Alzhéimer, de modo tan frecuente que 1/3 de los infartos mayores constituyen lesiones vasculares en casos de autopsia de pacientes con Alzhéimer.
Los cambios patológicos que comparten ambas entidades (demencia vascular y demencia Alzhéimer) incluyen la angiopatía amiloide, además de anormalidades capilares, alteraciones de la barrera hematoencefálica y ateroesclerosis de grandes vasos.
Otra hipótesis de la relación entre ambas patologías se refiere a que la eliminación de beta amiloide por capilares y barrera hematoencefálica.
El beta amiloide en las arteriolas resulta tóxico; produce vasoconstricción y en la edad avanzada predispone a hemorragias, aumenta la respuesta inflamatoria local y la expresión aberrante de cinasas implicadas en la fosforilación de la proteína Tau y apoptosis.
BIBLIOGRAFÍA
- FACTORES DE RIESGO: ¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EN LA ENFERMEDAD DE ALHZÉIMER?. Dra. Rosalía Vázquez. Demencia y Deterioro Cognitivo. Enfoque Multidisciplinario. 2015. Pág. 6-7.
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