Debido a que uno de los genes estudiados también está presente en el genoma humano, los descubrimientos también pueden aplicarse al estudio de procesos esenciales en humanos. Sus resultados se publicaron en un artículo en la revista Journal of Bacteriology.
«Si bien es probable que la naturaleza y la cantidad exacta de genes esenciales bacterianos varíen de una especie a otra», se lee en el estudio, «cada vez está más clara la existencia de un grupo básico de genes esenciales para la viabilidad de casi cualquier bacteria.»
Los investigadores analizaron la importancia de tres genes «conservados» del genoma de la E. coli: yjeE, yeaZ y ygjD, presentes en la bacteria durante toda su evolución. Para el estudio de las proteínas producidas por dichos genes, denominadas YjeE, YeaZ y YgjD, utilizaron una combinación de métodos genéticos y bioquímicos, y descubrieron que las tres proteínas forman una «red de interacción» y participan en los mismos procesos celulares esenciales.
«Las funciones concretas de las tres proteínas celulares clave estudiadas han sido un enigma hasta ahora», se lee en el estudio. «No obstante, está claro que la pérdida de cualquiera de estas tres proteínas provoca cambios asombrosos en la morfología de la E. coli.»
Además, el estudio desveló que «la función principal, y puede que única, de YjeE y YeaZ sea la regulación de la actividad del YgjD». Gracias a sus observaciones dedujeron que YeaZ se dedica específicamente a descomponer YgjD y que «una de las principales funciones de YjeE es el control o regulación de la interacción entre YeaZ y YgjD».
El gen ygjD también ha sido descubierto en el genoma de otras formas de vida distintas a las bacterias, como la humana. La función básica que desempeña el gen en la supervivencia de la E. coli ha hecho que se preste atención a su posible papel en el desarrollo humano.
«Descubrir que estos genes son esenciales en la E. coli y que también aparecen en los genomas de otras especies nos indica que son, sin lugar a dudas, muy importantes», declaró Tracy Palmer, de la Universidad de Dundee (Reino Unido). «Uno de los genes también se ha descubierto en el genoma humano, lo cual le dota de un interés especial. Cabe reseñar que no se conoce cuál es su función concreta, pero sea la que sea, debe ser de suma importancia.»
Los resultados de algunos de los experimentos realizados en el estudio indicaron que yjeE, yeaZ y ygjD influyen en la respuesta de las células de la E. coli a distintos mensajes que les indican cuándo dividirse, afirmó la profesora Palmer. «Si su función en los humanos es la misma, cualquier problema que ocurra en estos genes podría degenerar con facilidad en anomalías del desarrollo o incluso cáncer», explicó.
Los resultados del estudio también esclarecen por qué estas tres proteínas están codificadas en los genomas de casi todas las bacterias y por qué son básicas para el crecimiento, puesto que todas ellas interactúan en la misma ruta celular. Los autores confían en que futuros estudios aporten más datos sobre los procesos celulares específicos controlados por estas tres proteínas.
«Este trabajo es un buen ejemplo de que el conocimiento de la secuencia del genoma ofrece muchas posibilidades de investigación», puntualizó Douglas Kell, del Consejo de Investigación de la Biotecnología y las Ciencias Biológicas del Reino Unido, organismo que financió parte del estudio. «También demuestra el valor de un enfoque organizado en lo referente al acceso y el empleo de la información genómica. La investigación centrada en aprovechar al máximo las secuencias del genoma sin duda conseguirán acelerar el ritmo de descubrimientos importantes desde el punto de vista social y económico.»
«Si bien es probable que la naturaleza y la cantidad exacta de genes esenciales bacterianos varíen de una especie a otra», se lee en el estudio, «cada vez está más clara la existencia de un grupo básico de genes esenciales para la viabilidad de casi cualquier bacteria.»
Los investigadores analizaron la importancia de tres genes «conservados» del genoma de la E. coli: yjeE, yeaZ y ygjD, presentes en la bacteria durante toda su evolución. Para el estudio de las proteínas producidas por dichos genes, denominadas YjeE, YeaZ y YgjD, utilizaron una combinación de métodos genéticos y bioquímicos, y descubrieron que las tres proteínas forman una «red de interacción» y participan en los mismos procesos celulares esenciales.
«Las funciones concretas de las tres proteínas celulares clave estudiadas han sido un enigma hasta ahora», se lee en el estudio. «No obstante, está claro que la pérdida de cualquiera de estas tres proteínas provoca cambios asombrosos en la morfología de la E. coli.»
Además, el estudio desveló que «la función principal, y puede que única, de YjeE y YeaZ sea la regulación de la actividad del YgjD». Gracias a sus observaciones dedujeron que YeaZ se dedica específicamente a descomponer YgjD y que «una de las principales funciones de YjeE es el control o regulación de la interacción entre YeaZ y YgjD».
El gen ygjD también ha sido descubierto en el genoma de otras formas de vida distintas a las bacterias, como la humana. La función básica que desempeña el gen en la supervivencia de la E. coli ha hecho que se preste atención a su posible papel en el desarrollo humano.
«Descubrir que estos genes son esenciales en la E. coli y que también aparecen en los genomas de otras especies nos indica que son, sin lugar a dudas, muy importantes», declaró Tracy Palmer, de la Universidad de Dundee (Reino Unido). «Uno de los genes también se ha descubierto en el genoma humano, lo cual le dota de un interés especial. Cabe reseñar que no se conoce cuál es su función concreta, pero sea la que sea, debe ser de suma importancia.»
Los resultados de algunos de los experimentos realizados en el estudio indicaron que yjeE, yeaZ y ygjD influyen en la respuesta de las células de la E. coli a distintos mensajes que les indican cuándo dividirse, afirmó la profesora Palmer. «Si su función en los humanos es la misma, cualquier problema que ocurra en estos genes podría degenerar con facilidad en anomalías del desarrollo o incluso cáncer», explicó.
Los resultados del estudio también esclarecen por qué estas tres proteínas están codificadas en los genomas de casi todas las bacterias y por qué son básicas para el crecimiento, puesto que todas ellas interactúan en la misma ruta celular. Los autores confían en que futuros estudios aporten más datos sobre los procesos celulares específicos controlados por estas tres proteínas.
«Este trabajo es un buen ejemplo de que el conocimiento de la secuencia del genoma ofrece muchas posibilidades de investigación», puntualizó Douglas Kell, del Consejo de Investigación de la Biotecnología y las Ciencias Biológicas del Reino Unido, organismo que financió parte del estudio. «También demuestra el valor de un enfoque organizado en lo referente al acceso y el empleo de la información genómica. La investigación centrada en aprovechar al máximo las secuencias del genoma sin duda conseguirán acelerar el ritmo de descubrimientos importantes desde el punto de vista social y económico.»
Fuente: madrimasd
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