La investigación forma parte del proyecto NEUROPROMISE («Estrategias neuroprotectoras para la esclerosis múltiple»), financiado por el área temática de «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología aplicadas a la salud» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE.
NEUROPROMISE, cuyo fin está programado para 2010, trata de identificar las vías críticas y los principales genes asociados a la EM y la neurodegeneración inflamatoria, así como descubrir los mecanismos inmunopatológicos más importantes de la neurodegeneración. El proyecto también pretende desarrollar nuevos fármacos neuroprotectores a partir de dianas validadas en modelos animales.
La EM es una enfermedad neurológica crónica que afecta a entre el 1,2% y el 1,6% de la población sueca aproximadamente. Las estadísticas también indican que hay más mujeres que hombres que sufren EM. A pesar de que los investigadores han descubierto un componente genético en la enfermedad, otros factores ambientales como el consumo de tabaco inciden al alza en el riesgo de padecer EM.
De nueve estudios dedicados al riesgo de padecer EM en relación con el tabaco, ocho de ellos indican que la posibilidad de que los fumadores desarrollen EM es mayor, pero sólo un estudio evaluó la «dosis acumulativa» (es decir, cuánto tiempo lleva fumando una persona) y el riesgo de EM.
El estudio sueco, liderado por la Dra. Anna K. Hedström del Instituto Karolinska, investigó si el consumo de rapé sueco afecta al riesgo de una persona de desarrollar EM. Según la Dra. Hedström, este tipo de tabaco se diferencia del estadounidense en que se trata de un polvo húmedo que no es necesario escupir.
«Mientras que los cigarrillos sí aumentaban el riesgo de desarrollar EM, nuestra investigación descubrió que el consumo de rapé sueco no guardaba relación con un mayor riesgo de EM», explicó la Dra. Hedström. «Estos resultados podrían significar que la nicotina no es la sustancia responsable del mayor riesgo de sufrir EM que poseen los fumadores.»
Para tomarlo, el rapé se coloca bajo el labio superior, y de esta forma se absorben grandes cantidades de nicotina, según los investigadores.
El equipo utilizó una muestra de 2.757 personas entre las que se encontraban 902 diagnosticadas con EM y 1.855 que no la padecían. La edad de los sujetos analizados, todos de Suecia, estaba entre los 16 y los 70 años. Cada participante respondió a un cuestionario sobre consumo de cigarrillos y rapé.
Los investigadores descubrieron que la probabilidad de que los fumadores sufrieran EM era 1,8 veces mayor que la de los no fumadores, mientras que en el caso de las fumadoras la probabilidad era 1,4 veces superior a la de las no fumadoras. Los datos mostraron que el riesgo también era mayor incluso entre los fumadores moderados de ambos sexos.
Además, aunque una persona deje de fumar, el riesgo de padecer EM sigue siendo alto hasta pasados cinco años, según el estudio. Pero los investigadores también descubrieron que consumir rapé sueco durante más de quince años disminuía el riesgo de padecer EM. Cabe reseñar que no se observó ningún efecto significativo en el caso de que el consumo de rapé fuera inferior a quince años.
«No obstante, el consumo de rapé puede acarrear otros efectos dañinos, por lo que nuestros resultados no deben interpretarse como una recomendación de consumo de rapé para prevenir la enfermedad», señaló la Dra. Hedström.
«Es necesario profundizar en la investigación para comprender mejor los mecanismos que justifican estos resultados. Existe la hipótesis de que fumar tabaco puede aumentar el riesgo de padecer EM por la frecuencia y persistencia de infecciones respiratorias o porque causa reacciones autoinmunes en las personas con predisposición genética.»
Fuente:LaFlecha
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